Represión digital

El «Departamento de guerra cibernética» del poderoso Ministerio de Defensa de Birmania está movilizando a sus expertos informáticos para impedir que la comunidad internacional siga las multitudinarias manifestaciones que exigen una apertura democrática. Su estrategia pasa por bloquear servidores, atacar con virus los blogs de disidentes y peinar la red en busca de internautas opositores al régimen.

LD (EFE) La información que se transmite a través de internet está en el objetivo del Ministerio de Defensa de Birmania. Informáticos de su «Departamento de guerra cibernética», adscrito a la Oficina de Servicios Informáticos, están bloqueando servidores, atacando con virus «blogs» de disidentes.

El «Departamento de guerra cibernética» tiene, entre otros cometidos, vigilar las conversaciones telefónicas y correos electrónicos de miembros de la oposición. El experto australiano en inteligencia militar, Desmond Ball, asegura que el organismo cuenta con equipos –aportados por Singapur– «bastante avanzados y se emplean en la supresión de cualquier tipo de disidencia».

Según la agencia de noticia EFE, desde sus terminales, los espías birmanos se multiplicaron para perseguir los comentarios de internautas sospechosos en varios diarios «online». Varios de esos medios de comunicación han sido clausurados mientras que a otros se las ha permitido seguir para que los agentes puedan identificar a los opositores. En la lista de mensajes, los usuarios se advierten los unos a los otros de no pinchar en algunas páginas en las que agentes de los servicios de inteligencia camuflados «cuelgan» enlaces para desviar a quienes envían comentarios no deseados a través de direcciones IP anónimas a páginas donde pueden ser localizados.

En su estrategia represiva, la dictadura birmana, a través de sus expertos, ha atacado con virus informáticos publicaciones disidentes como el diario digital The Irawaddy, que en ocasiones pide instalar un programa -para poder actualizar su página- que puede inutilizar el sistema si es descargado.

 Birmania (Myanmar) está gobernada por los militares desde 1962 y no celebra elecciones parlamentarias desde 1990, cuando el partido oficial perdió de manera abrumadora ante una coalición opositora encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, bajo arresto domiciliario desde 2003.